jueves, 17 de mayo de 2012


 Errante en la sombra, la última novela de Federico Andhazi.
      Errante en la sombra es una novela para ser leída en clave musical.
Sus apasionadas escenas se despliegan como un espectáculo sin fin, impulsado por la fuerza del drama y una maravillosa capacidad de recrearse a cada instante en la Buenos Aires real y en la que ahora se revive como leyenda. 
     Encarnación del tango, Juan Molina es protagonista y artífice de una historia de pasión y fatalidad. El fervor por su música, su tradición y su mística y la ciega adhesión al legado de los grandes cantores lo llevan a vivir a la sombra del más grande de todos: Carlos Gardel. Aunque esto signifique callar la pasión que lo consume. Exaltado por el mito, Molina sólo puede alcanzar la fama a través de su propia perdición. 
    Federico Andahazi apuesta a una nueva forma narrativa: el melodrama musical tanguero. Con admirable audacia crea una historia sentimental que renueva la forma tradicional de la novela, involucra al lector y lo atrapa gozoso desde la primera hasta la última página. 

ORÍGENES DEL TANGO...De fecha imprecisa y origen aún más incierto, hay teorías que remiten a sus raíces negras y otras que aseguran su origen inmigratorio. Lo cierto es que a mediados del 1800, los conocidos conventillos de la pujante ciudad de Buenos Aires se llenaban de paisanos del interior, "gringos" recién bajados del barco y varios porteños de pocos recursos que, quizás para diferenciarse o para generar arraigo, marcaron con impulso propio las nuevas expresiones populares.
Mezcla de códigos cerrados y con lenguaje particular, el tango germinaba en las casas de baile, orillaba el Riachuelo, los boliches de carreros y cuarteadores, los conventillos del barrio sur. Por esos años, muchos de los inmigrantes venían solos y las pocas mujeres que venían se encontraban en las academias o en las casas de citas.
Es muy probable que tango sea una voz de origen portugués introducida en el nuevo continente a través del dialecto criollo afro-portugués.


ALGO DE HISTORIA...
Con su aceptación, músicos, intérpretes y bailarines dejaron de ser anónimos.
Uno de los primeros compositores fue Villoldo, que compuso el famosísimo tango instrumental "El Choclo". También se hicieron conocidos como compositores Roberto Firpo y Agustín Bardi, y como bailarín, José Bianquest "Cachafáz" fue toda una leyenda.      
La primera gran etapa del tango canción se caracterizó por el protagonismo del letrista y el intérprete que aportaba su toque personal, fue cerca de 1915 que en el cabaret Armenonville brilló la voz y la personalidad de Carlos Gardel, en ese momento a dúo con Razano. Mas tarde el binomio sería Gardel y Lepera.

     
En 1917 Gardel grabó su primer tango, "Mi noche triste" de Pascual Contursi. "El zorzal criollo", como apodaban a Carlos Gardel fue probablemente una de las personalidades que mas contribuyó a difundir el tango en mundo, con sus películas y sus giras intrnacionales.      
    Las grandes orquestas aparecieron entre 1920 y 1025, siendo las mas destacadas las de Juan Carlos Cobián y Julio de Caro, años mas tarde Osvaldo Fresedo, Horacio Salgán, Carlos Di Sarli, Juan D'Arienzo, Leopoldo y Domingo Federico, Atilio Stampone y Osvaldo Pugliese continuaron desarrollando tango instrumental.      
     
    En los años 60 y 70 Astor Piazzola le dio un nuevo estilo compositivo e interpretativo que le dio fama internacional.
Los poetas del tango en los años 40 y 50 fueron los célebres Homero Manzi, Catulo Castillo y Homero Espósito.

Las figuras principales de éxitos de la canción porteña fueron Azucena Maizani, Libertad Lamarque, Tita Merello, Nely Omar, Edmundo Rivero, Aníbal Troilo llamado cariñosamente "Pichuco", Julio Sosa, Alfredo Castillo.

Los compositores contemporaneos Horacio Ferrer, Chico Novarro y Eladia Blázquez. Los bailarines, Virulazo y Elvira, Juan Carlos Copes y el ballet Tango Argentino, son los mas representativos del éxito del tango en el mundo.



EVOLUCIÓN... 
En 1910 el tango fue bailado en París, ampliando rápidamente su popularidad en todo el Mundo.
Su glamour conquistó a los sectores mas altos de la sociedad y fue bailado en casi todas las capitales europeas.  
Los encargados de presentarlo en los salones del viejo mundo fueron los jóvenes hijos varones de las familias tradicionales porteñas, que hacía tiempo frecuentaban los lugares de Buenos Aires donde se bailaba el tango, para disgusto de la sociedad porteña, que aún lo veía con malos ojos por sus escandalosos antecedentes.
Su aceptación final llevó un tiempo más hasta que fue considerado como una necesidad de expresión popular.

La evolución de sus las coreografías lo mantuvo vivo y vigente; en caso de que hubiera permanecido bajo una única forma, habría desaparecido o "sería motivo de un simple recuerdo escénico, como otras formas de danza popular", (Dinzel, 1994)